martes, 3 de marzo de 2009

Esta vez, nuestro viaje sale hacia el Reino de Aragón, Hermosa región al noreste de la península Ibérica. El primer pueblo que visitamos es Cetina. En este pueblo hacemos una parada para tomar un poco de aire y un refresco antes de iniciar nuestra ruta. La impresión que me ha dado es que a pesar de estar muy cerca de la autovía, este pueblo se encuentra aun en la era de la guerra civil, El aspecto es de deterioro y las pocas personas que están en la calle nos miran como si nunca hubieran visto una moto. Salimos de allí lo más pronto posible y tomamos una pequeña carretera muy agradable para recorrer en la moto gracias a sus curvas bien peraltadas y a unas vistas llenas de paisajes y colores (algo que no es muy común en esta época de año). La carretera se va internando en unas pequeñas colinas con un cerco de pinos que descienden al pueblo de Jaraba, Un par de curvas cerradas y llegamos al pueblo. El día está un poco gris y el pueblo está en la hora de la siesta, por lo cual no hay nadie en las calles. Continuamos nuestro recorrido por el rio Mesa, el cual se interna entre un impresionante cañón de piedra roja generado por el desgaste del pasar del agua durante muchos siglos. En medio del cañón se encuentran dos hoteles con balnearios y todo tipo de actividades de descanso. Más adelante encontramos una ermita enclavada en la roca conocida como Santuario de nuestra señora. En el camino se observan pequeñas granjas a orillas del rio que aprovechan el cristalino caudal y la gran cantidad de nutrientes para cosechar hermosas hortalizas de un tamaño que impresiona.

Regresando al pueblo de Jaraba retomamos el recorrido del rio en dirección contraria hasta encontrarnos con el Embalse de la tranquera, que presenta unas aguas de color verde intenso que contrastan con los colores rojos de la tierra y el azul del cielo. Este embalse se extiende hasta El pueblo de Nuevalos. En este pueblo se ve un poco mas de vida y aparecen una serie de restaurantes con vista al embalse y sugerentes avisos de menú. Pero tenemos que seguir nuestro camino hasta el monasterio de piedra que es una visita obligada en este camino aragonés. El monasterio de piedra presenta dos características diferentes y complementarias. La primera es el propio monasterio, que cuenta historias de antiguos monjes, reyes y situaciones políticas y por otra parte la naturaleza de la zona, donde se destacan la cascada de la Cola de Caballo, La cueva del Iris, la fuente de Diana y el lago del espejo. En fin es un sitio que vale la pena visitar y tomarse el tiempo de descubrir sus tesoros y su historia, que representa la historia de España.

Salimos hacia Calatayud donde por caminos estrechos, con pocos coches y muchas curvas, perfecto para los que disfrutamos de el aire y la naturaleza. En Calatayud hacemos un descanso y disfrutamos de unas tapas de la zona, en una pequeña posada que descubrimos mientras caminábamos. El pueblo, tiene una gran historia Romana, aunque mucho se ha perdido con el paso del tiempo. Nos cuentan que este pueblo llego a ser tan importante en el imperio romano que llego a tener su propia moneda. La zona es importante porque agrupa un comercio vinícola de gran calidad.
El viaje del día termina aquí con una deliciosa cena en uno de los bares locales con un vino de excelente calidad y un servicio inmejorable. Así que hasta el próximo fin de semana si el tiempo sigue ayudándonos.

Saludos

emontoy